Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra
OPINIÓN DEL LECTOR

Relato de una muerte

María Luz Lorenzo García, de 66 años de edad, ingresa el viernes 19 de diciembre, a las 12.00 en el servicio de urgencias del hospital Ramón y Cajal de Madrid. La paciente entra por su propio pie con una ligera desorientación y dificultad en el habla.

Diagnóstico: infarto cerebral. Pronóstico muy grave, primeras horas decisivas. Permanece ingresada en urgencias a la espera de una cama. Horas más tarde se le traslada a los boxes de observación. Sigue esperando cama. Sábado 20 de diciembre. Pérdida total de la consciencia. Solicito hablar con el coordinador de urgencias, es sábado y no trabaja. Se presenta el médico residente de neurología, "la paciente no necesita la UVI porque no está encuadrada en ninguno de los baremos X (no precisa respiración asistida, por la edad...)".

Domingo 21 de diciembre. María Luz presenta inflamación en el lado derecho del cuello. Se le realiza un escáner, está muy grave y el desenlace puede ser fatal. La neuróloga nos confirma que su estado es muy grave, que su infarto cerebral es extenso, y que la inflamación es de las glándulas parótidas, pero que aún no necesita UVI.

Lunes 22 de diciembre. A las 14.00, Luz es trasladada a la UVI médica del Ramón y Cajal. Diagnóstico: endocarditis bacteriana, pronóstico mortal. Sedada para evitar sufrimiento, todos los órganos dañados. María Luz Lorenzo García fallece a las 11.30 del día 28-12-2003.

Mis preguntas son: ¿cuál es la proporción de médicos y enfermos en las urgencias del Ramón y Cajal? ¿Cuántos de estos médicos son residentes y cuántos especialistas? ¿Cuántas camas permanecen abiertas en el periodo de vacaciones de Navidad y cuántos enfermos necesitan hospitalización? ¿De cuántas camas disponen los servicios de UVI y cuántas serían necesarias?

¿Por qué estamos estudiando optimizar económicamente nuestro sistema sanitario, y no dedicamos nuestro esfuerzo a mejorarlo realmente? Médicos, residentes, pacientes y familiares han de ser escuchados. Entre sus opiniones podríamos entresacar algunos aspectos mejorables.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 1 de marzo de 2004