La ministra de Medio Ambiente, Elvira Rodríguez, visitó el jueves en Vinaròs las obras porque la junta electoral no le dejó poner la primera piedra. Hubo concentraciones de partidarios y detractores del proyecto y el portavoz del PP en las Cortes, Serafín Castellano, dijo que el inicio de las obras del trasvase del Ebro era un revés para el líder socialista, Joan Ignasi Pla. La verdad, sin embargo, es otra. Como muestra la imagen, ayer el lugar parecía un desierto, con restos de la puesta en escena por el suelo y alguna pintada antitrasvase. Ni rastro de obreros.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 2 de marzo de 2004