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Crítica:LIDIA | México

Ahora sí

Ahora sí, el juez de plaza en turno, Ricardo Balderas, observando el reglamento, le otorgó la merecida oreja solicitada por la afición a Humberto Flores, que repetía.

Con Grillo, un burel noble y celoso, Flores deleitó en un quite por sincronizadas fregolinas. Aprovechó la movilidad de la res y armó una valiente faena con redondos y naturales bien ejecutados. A su fijo segundo lo recibió de hinojos con largas cambiadas y quitó con lances de su creación llamados jazmín. En su trasteo toreó con profundidad.

Marcial Herce veroniqueó con clase a su quinqueño primero. Con empeño muleteó a su manso oponente que salía con la cabeza arriba. Al segundo lo saludó de rodillas con largas cambiadas y luego con chicuelinas. En su trasteo hubo entrega, pero el viento y el aplomo del toro no le permitieron lucirse.

Los Ébanos / Lomelí, Flores, Herce

Toros de Los Ébanos: desiguales, débiles; enrazados 2º y 5º, resto descastados, sosos y difíciles. Alfredo Lomelí: dos avisos y pitos; división. Humberto Flores: oreja; aviso y vuelta. Marcial Herce: al tercio y palmas. Monumental Plaza México, 29 de febrero, 19ª corrida. Mala entrada.

Alfredo Lomelí salió a torear con una cornada en el escroto y la mala suerte lo persiguió. Le tocó el peor lote. Su primero fue áspero y manso y su segundo un inválido peligroso. No conectó con la afición.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 2 de marzo de 2004