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INVERSIONES FERROVIARIAS

La compañía mantiene una "débil estructura financiera"

Renfe adjudicó ayer la construcción de 40 trenes de alta velocidad (AVE) al consorcio Talgo-Bombardier (30 unidades) y a la multinacional alemana Siemens (10 unidades) por un importe total de 1.603 millones de euros. La decisión de Renfe, que se produce unos días antes de las elecciones, pone fin a una dura batalla entre los fabricantes para hacerse con este contrato ferroviario, el mayor de la historia de Renfe. En el mismo consejo, Renfe también decidió encargar dos esculturas de Antonio López a la galería que dirige la novia del ministro de Fomento. Mientras tanto, el Tribunal de Cuentas ha denunciado el riesgo de accidentes en Renfe por las bajas inversiones.

Un informe del Tribunal de Cuentas sobre la gestión y la situación de Renfe en 1999 y 2000 señala la raíz de la "débil estructura financiera" de la compañía. Y apunta a la responsabilidad del Estado. Éstos son algunos de los puntos que destaca:

- Estado deudor. "La principal restricción al gasto en inversiones en Renfe deriva no de las limitaciones o topes que establece el Contrato-Programa, sino de la imposibilidad que tiene la entidad de financiar inversiones adicionales al volumen de amortizaciones para no incrementar su endeudamiento financiero, ya que el Estado no aporta la financiación necesaria". Aunque el Estado cubre desde 1990 las pérdidas anuales de Renfe con aportaciones de capital, mantiene una deuda que sumaba 730.000 millones de pesetas (4.387 millones de euros) a fines de 2000. Y tal "deuda del Estado con Renfe es la principal causa del elevado endeudamiento financiero de Renfe, y le genera, además, elevados costes financieros, compensados sólo de forma parcial por el Estado". Paradójicamente, las aportaciones del Estado recibidas por Renfe en 1999 y 2000 han sido un 2,5% y un 5,6%, respectivamente, inferiores a las de 1998. Mientras, el enfermo empeora. La deuda del Estado a largo plazo con Renfe suponía al cierre de 2000 el 38,9% de su activo total. En 1998 era del 38%.

La solución, a ojos del auditor, es simple: "Sería conveniente corregir la actual situación de debilidad de la estructura financiera de Renfe mediante la cancelación parcial o total de la deuda que el Estado mantiene con la entidad". Tal pago reduciría la deuda financiera de Renfe del 60% al 35,8%.

- Déficit creciente y oculto. El informe abunda en cómo Renfe omite una parte significativa de su deuda al pedir la ayuda del Estado. Eludió presentar sendos déficit en 1999 y 2000 por más de 100.000 millones de pesetas en cada ejercicio por diferencias de cambio negativos por créditos en moneda extranjera. Y omitió deudas con Hacienda, lo que borraba una losa de 2.200 a 3.500 millones de pesetas en cada rendición de cuentas. Entretanto, el "endeudamiento financiero real" crecía: 1.104.303 millones de pesetas en 1998 (59,6% del activo) y 1.140.961 millones en 2000 (60,7%). Traducción: "Los datos reales de endeudamiento financiero y activo total confirman el empeoramiento".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 4 de marzo de 2004