La investigación judicial del accidente de tren de Tobarra (Albacete), que provocó dos muertos y 50 heridos, en enero de 2003, concluyó que el Talgo descarriló después de que su barra de frenado se desprendiera de la base de la locomotora al encontrarse seriamente deteriorada tras ser arreglada con soldaduras incorrectas y materiales de baja calidad.
El informe pericial, obra del laboratorio SGS Tecnos a petición de un juzgado de Hellín (Albacete), estableció que la barra se desprendió antes del descarrilamiento. Incluso pudo haber efectuado varios viajes con ella averiada. "Es posible que la barra, en situación precaria (colgando de un extremo y de uno de los cables) realizara algún viaje sin que se advirtiera su estado". El accidente, por tanto, pudo haber ocurrido en cualquier recorrido anterior.
Elementos no faltaban para la tragedia. Las soldaduras que se habían realizado en los frenos "eran deficientes, por lo que las tensiones a que se veía sometida propiciaron la generación y propagación de las grietas de fatiga encontradas". Este elemento clave de la seguridad de la locomotora presentaba el siguiente cuadro de deficiencias en lo referido a las soldaduras de la barra del freno: "Faltas de fusión, sección escasa e irregular y una estructura metálica poco adecuada para soportar esfuerzos cíclicos".
El estudio de los expertos designados por el juez desbarató las tesis oficialmente difundidas por el ministro de Fomento, Francisco Álvarez Cascos, que descartó un fallo técnico o humano, y culpó del accidente a un posible sabotaje. Tales datos fueron avalados por el presidente de Renfe, Miguel Corsini.
El único saboteador fue una barra de frenado mal reparada que, al romperse, actuó de pértiga y, en cuatro centésimas de segundo, elevó el eje de la locomotora, y provocó el descarrilamiento del tren Madrid-Murcia-Cartagena. El informe proponía a Renfe revisar todo tren con iguales características y antigüedad, y denunciaba que la rotura se habría evitado si se hubiera detectado la fisura por fatiga de los materiales del freno.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 4 de marzo de 2004