"Que el modelo de FAS del PP iba a fracasar, era evidente y lo advertimos. Hay que fijar la dimensión razonable de nuestras Fuerzas Armadas de forma que garanticen la defensa. Debe ofrecerse una perspectiva profesional adecuada a los soldados. Es una cuestión de sueldo, pero también de carrera: ampliar la duración de los compromisos sucesivos y alargar el plazo máximo de permanencia en los Ejércitos; asegurar que los soldados profesionales puedan acceder realmente a la condición de suboficial, y facilitar su incorporación a la vida civil promoviendo su ingreso en los Cuerpos de Seguridad y en las Administraciones".
MÁS INFORMACIÓN
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 4 de marzo de 2004