Bach y Zelenka fueron rigurosamente contemporáneos. Nacieron con seis años de diferencia y murieron con cinco. Los dos practicaron fundamentalmente la música religiosa desde una cierta cotidianidad. Las cantatas de Bach y las misas de Zelenka son una prueba. La Academia de Música Antigua de Berlín y el coro de cámara RIAS buscaron su convivencia en el último programa de este curso de los Conciertos de la tradición. Fue un regalo escogido con tino, un broche de oro.
La primera parte de la velada estuvo dedicada a Bach. El momento de mayor intensidad fue el aria de la contralto Barbara Hölzl en la cantata BWV 6, con un acompañamiento impoluto de oboe, violonchelo y contrabajo. Eso, en cuanto a individualidades, porque lo sustancial, lo determinante, era el trabajo de conjunto: el ajuste y empaste del excelente coro, la densidad y el refinamiento de la orquesta berlinesa.
Conciertos de la tradición
Akademie für Alte Musik Berlin, Rias-Kammerchor. Director: Hans-Christoph Rademann. Con Annette Dasch, Barbara Hölzl, Topi Lehtipuu y Stephan Loges. Obras de Bach y Zelenka. Auditorio Nacional, 2 de marzo.
No excesivamente frecuentada, al menos por estos pagos, es la Missa Dei Patris, ZWV 19, de Jan Dizmas Zelenka. Es una obra de larga duración -más de una hora- y expansiva vitalidad. Orquesta, coro y solistas desplegaron una interpretación rebosante de alegría y espíritu, con una técnica impecable y un criterio artístico lleno de sentido. Fue, en conjunto, una noche excelsa de música barroca alemana. Con gran música y excelentes intérpretes.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 4 de marzo de 2004