Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra

La censura llega a los carteles taurinos

La pacatería se extiende como un reguero de pólvora y lo políticamente correcto causa estragos. Ahora le ha tocado el turno a un divertido cartel que anunciaba en Zaragoza la feria taurina de primavera, que comienza el día 21. Ejecutado por la empresa donostiarra Resultados, mostraba un dibujo de La Aljafería -el palacio de la alegría, como le llamaban los árabes-, en cuyas torres salen cuernos de toro. Pero alguien vio más allá e interpretó que el gráfico era un insulto a la institución que alberga el palacio: Las Cortes, el Parlamento de la comunidad aragonesa. Así que varios ciudadanos escribieron cartas rogando que se tomasen cartas en el asunto. Y se han tomado. La letrada mayor de la institución, Vega Estella, envió una carta a la empresa que explota la plaza rogándole que quitase de su página web el cartel -cosa que ya ha hecho- y que enmendase en lo posible lo que para algunos era una falta de respeto. Ignacio Zorita, el empresario, no entiende nada. "Los toros son cultura, el cartel era bonito, nunca pensamos en insultar...", pero lo cierto es que se afana en complacer esa peculiar petición. No hay nada que hacer con las entradas de los abonos que salen a la venta el lunes, y tampoco con los carteles que ya están pegados -son ya objeto de colección- y los divertidos cuernos que animan las almenas del hermoso palacio se borrarán, como antes se subían los escotes de las artistas o se tijereteaban los besos en las películas. Tampoco es la primera vez que desde la instituciòn se mete en vereda a un artista. Hace años, uno de los dibujantes más geniales de Aragón, Antonio Postigo, que publica sus tiras diariamente en El Periódico de Aragón, vio cómo se ponía a caldo un folleto sobre la historia del palacio y se tildó de machista. Afortundamanete, el cómic no se retiró. Debe ser que en La Aljafería pesa más la mojigatería de Isabel la Católica que la alegría de los Omeyas.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 5 de marzo de 2004