"Daría mi voto a Joaquín Almunia por una cerveza". Así de convencido, y por un precio tan módico, se destapó el escritor Joan Francesc Mira en la campaña de 2000. Mira, candidato del Bloc al Congreso de los Diputados por Valencia en aquellos comicios, aseguró que si obtenía un escaño, ante una hipotética sesión de investidura podría votar al entonces secretario general del PSOE, Joaquín Almunia: "Si Almunia lo necesita y me lo pide a cambio de una cerveza o un café, le voto". Sin embargo, ese pacto tan idealista, y a la vez saturado de pragmatismo, no podría llegar a realizarse por ninguna de las dos partes. Mira no obtendría suficiente respaldo electoral y Almunia, aunque lo obtuvo, presentó la dimisión como secretario general por los resultados obtenidos.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 5 de marzo de 2004