Siempre he pensado que una obra debe ser juzgada por lo que dice, no por la ideología de su autor o autora. Por otra parte, tenía la sospecha de que ser feminista todavía crea recelo en gran parte de la sociedad a la hora de analizar cualquier tema, sea la historia, la sociología o el arte, pero creía que la gente seria no se atrevía a utilizarlo como argumento. Mas, hete aquí que el señor Luis Fernando Moreno Claros sí lo hace, así, sin ningún pudor, cuando afirma que la obra La familia Mann, de Marianne Krüll (Edhasa), es "de dudosa objetividad dado el feminismo militante de su autora" (Babelia del 14 de febrero de 2004). ¡Viva la objetividad de los machistas militantes!
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 5 de marzo de 2004