El presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, visitó ayer el colegio religioso concertado Santa Caterina de Siena, en Vic (Osona), donde el 44% del alumnado es de origen inmigrante, la mayoría magrebíes y suramericanos, y lo puso como ejemplo del modelo de integración que la Generalitat quiere que adopten los centros concertados.
Maragall pidió un "pacto" entre colegios públicos y privados para "compartir responsabilidades de forma razonable" y evitar "problemas de fragmentación en los barrios". El presidente reconoció que en Cataluña "las combinaciones entre lo público y lo privado concertado, laico y no laico, son formas distintas", pero aseguró que su Gobierno va a "poner los codos" para que la escuela sea "un único vehículo de progreso".
El presidente catalán se reunió con las religiosas que forman la dirección de la escuela Santa Caterina y luego saludó a varios de los niños que estudian en el centro. Éste, dijo, debe servir de "ejemplo" a algunos barrios de Barcelona y pequeños pueblos de Cataluña, donde se ha producido una cierta huida de los vecinos y una progresiva concentración de inmigrantes", con los desequilibrios que una situación así provoca. Maragall agregó que la educación digna para todos es el "objetivo principal de un país", y la suerte de ellos "se juega en estos barrios".
Evitar los guetos
Vic es una de las ciudades pioneras de Cataluña -junto con la vecina Manlleu- en evitar la creación de guetos. El consistorio que desde hace una década encabeza el democristiano Jacint Codina (UDC) decidió, con aquella finalidad, redistribuir los niños entre los distintos centros escolares financiados con dinero público.
El presidente de la Generalitat dijo que "la relación entre enseñanza pública y privada no es la misma en Cataluña que en países como Francia o el resto de España", debido a "circunstancias culturales" que hicieron posible que se creara "enseñanza de calidad que fue pública por vocación, fuese religiosa o fuese laica o municipal".
Sobre el aluvión de alegaciones que numerosos centros concertados, así como la patronal católica del sector, han presentado contra la nueva normativa que se dispone a aprobar el Departamento de Enseñanza para la admisión de alumnos -que pretende impedir que los centros puedan seleccionar su alumnado-, hizo un llamamiento al diálogo. El presidente catalán se reunió posteriormente con Codina para tratar el asunto de la capitalidad de la futura veguería de la Cataluña Central que se disputan Vic y Manresa.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 6 de marzo de 2004