El presidente de Castilla-La Mancha, José Bono, del PSOE, dio ayer por zanjada la polémica sobre la atención en los hospitales madrileños de los pacientes que procedan de otras comunidades autónomas.
Bono consideró "suficiente" la "rectificación" realizada por la presidenta regional, Esperanza Aguirre, y por el consejero de Sanidad madrileño, Manuel Lamela. Agregó que las matizaciones que ambos han realizado sobre sus comentarios anteriores, le resultaban "suficientes" porque, según dijo, no quería que los enfermos castellanos que estén en hospitales madrileños o los madrileños que estén en hospitales castellano-manchegos se sientan "intranquilos".
A su juicio, esos pacientes tienen que estar tranquilos porque los gastos que ocasionan en cualquier hospital público de España "lo paga España, no lo paga la presidenta de la Comunidad de Madrid, sino el Sistema Nacional de Salud", comentó.
Bono declaró que nadie debe estar "inquieto ni dar más gracias que las que las cortesías exigen", y afirmó que "sólo faltaría que se levantasen fronteras sanitarias" entre comunidades.
El presidente realizó estas manifestaciones con motivo de su asistencia al hospital Virgen de la Salud de Toledo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 6 de marzo de 2004