Estoy de acuerdo en potenciar la participación de los ciudadanos en la gestión pública, incluidos los Presupuestos, y estoy abierto a nuevas fórmulas. Pero el carácter participativo de unos Presupuestos no puede reducirse a tal o cual procedimiento ni tampoco se debe minusvalorar el papel del Parlamento que, en Andalucía, da audiencia a la práctica totalidad de los agentes sociales. Eso es participación. Y mucho más cuando la mayor parte de las medidas que se incluyen en los presupuestos elaborados por la Junta de Andalucía bajo mi mandato han sido acordadas con los distintos agentes sociales, a través de la concertación y de otras vías de diálogo con ongs, etc.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 9 de marzo de 2004