"Frente a la violencia contra las mujeres sólo hay una alternativa: la tolerancia cero con el agresor y la máxima protección a la víctima. La solución definitiva a la violencia doméstica requiere un cambio de mentalidad que debemos fomentar desde la escuela, educando en la igualdad. Implantaremos este año pulseras electrónicas a los agresores para asegurar su alejamiento y localización; aumentaremos el número de policías especializados en estos delitos; aprobaremos una Ley de Mediación Familiar; implantaremos los juicios rápidos de familia, y fomentaremos la inserción laboral de las víctimas de maltrato".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 9 de marzo de 2004