Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra
DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER TRABAJADORA

Un grupo de jóvenes reprocha al alcalde su "feminismo institucional"

El colectivo la Eskalera Karakola interrumpió ayer, mientras intervenía el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, un acto del gobierno municipal con motivo del Día Internacional de la Mujer y llevó hasta el Patio de Cristales de la Casa de la Villa una de las críticas más arraigadas en el movimiento feminista frente a las administraciones: "La utilización por parte de las instituciones de los problemas de las mujeres como un mero instrumento publicitario, sin abordar a fondo las políticas que podrían poner fin a esos problemas", según explicó una portavoz del colectivo.

"Desde hace siete años esperamos respuesta de este Ayuntamiento al proyecto feminista que desarrollamos. ¡Estamos hartas! Hartas del feminismo institucional, que no da apoyo real a los problemas de precariedad de las mujeres; hartas de políticas institucionales dirigidas a darse autopublicidad con la política de las mujeres", afirmó la portavoz de la Eskalera Karakola. Su intervención fue rubricada por un súbito aplauso de gran parte de las asistentes, pese a que entre el público había una nutrida representación de los servicios de la Concejalía de Empleo y Participación Ciudadana.

El acto era, de hecho, un claro reflejo del feminismo institucional al que aludieron las manifestantes: la presentación, por parte de Ana Botella, de un libro que recoge la historia de las mujeres que han dado nombre a alguna calle de la capital.

La presentación del libro se enmarcaba "dentro del programa que el Ayuntamiento ha organizado con el lema Un paso hacia la igualdad para celebrar el Día Internacional de la Mujer", según la nota distribuida por el gobierno municipal con un breve resumen de la intervención que tenía prevista el alcalde.

Pero Alberto Ruiz-Gallardón, que habló a continuación de Ana Botella, tuvo que improvisar parte de su discurso tras la irrupción de las integrantes de la Eskalera Karakola con una gran pancarta y el lanzamiento de cuartillas explicando sus reivindicaciones. Los servicios de seguridad se acercaron a ellas para retirarles la pancarta, pero finalmente, tras unos minutos de confusión, el alcalde les invitó a explicar ante los micrófonos los motivos de su actuación.

Compromiso de por vida

Al retomar la palabra, Ruiz-Gallardón salió al paso de las críticas feministas. "A pesar de las críticas, yo pienso seguir hablando a favor de la mujer. Mi compromiso hoy, para los 8 de marzo de toda mi vida, es que mi voz jamás permanecerá en silencio ante una situación de discriminación", enfatizó.

Además de las críticas al feminismo institucional, la Eskalera Karakola pidió una mesa de negociación en la que se resuelva el futuro del inmueble de Embajadores, 40 en el que realizan desde hace años actividades sociales. La EMV está intentando comprar el edificio. Pilar Martínez, concejal de Participación Ciudadana, explicó que su departamento ha mantenido "varios contactos con el colectivo y que el inmueble presenta un estado general de ruina".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 9 de marzo de 2004