El pasado jueves 11 de marzo, tal y como figura en la noticia dada por éste periódico Estallido de silencio en el campus, tuve la oportunidad de manifestar junto a todos los compañeros de la Facultad de Medicina mi más absoluto rechazo a la violencia y mi sentimiento de consternación por lo ocurrido en Madrid, así como solidaridad con las víctimas. Pienso que pese a que puedan haber consecuencias políticas, en estos momentos lo prioritario es demostrar en todos los actos de repulsa a lo ocurrido que ninguna lucha emprendida por el camino de la barbarie puede ser coherente con aquello por lo que dice luchar.
Pese a la magnitud de la tragedia, no creo que sea oportuno que influya sobre los resultados de las elecciones de este domingo, puesto que (en mi caso y desde mi punto de vista) lo ocurrido no va a modificar los ideales democráticos, de respeto y diálogo que he ido adquiriendo a medida que he ido madurando.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 13 de marzo de 2004