El Ayuntamiento de Madrid en pleno, con el alcalde Alberto Ruiz-Gallardón al frente, quiso agradecer ayer personalmente a los trabajadores de la Policía Municipal, los bomberos y el Samur la ingente labor que han realizado en los tres últimos días para socorrer a las víctimas del atentado del pasado jueves.
El arzobispo de Madrid, monseñor Antonio María Rouco Varela (primero por la izquierda), celebró misa ayer en una iglesia del vallecano barrio del Pozo del Tío Raimundo, a escasos 200 metros de una de las estaciones ferroviarias que el jueves sufrieron los atentados terroristas.
Unos 500 operarios de Renfe trabajan desde el pasado jueves para que las zonas afectadas por los atentados vuelvan a la normalidad. Empleados de mantenimiento e infraestructuras, circulación y cercanías dedican las 24 horas del día para que el servicio ferroviario pueda restablecerse el lunes, a primera hora.
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