¿Por qué tal crueldad en España? ¿Qué han hecho los familiares de las víctimas para merecerse eso? ¿Por qué a mí? Tal vez nunca llegue la contestación a tales preguntas.
Los constantes "conflictos" árabe-israelíes, desde 1973, en operaciones geopolíticas implican una injusta distribución de los recursos naturales entre países desarrollados y países subdesarrollados creando diferencias entre unos países y otros, y a su vez sentimientos adversos a los necesarios para conseguir la paz y la igualdad. Merced a esto, el primer desgraciado detonante que sufrió la sociedad occidental fue sin duda el terrible atentado del 11-S. Y como todo conflicto genera más conflicto, se declara la guerra a Irak, en "busca" de las armas de destrucción masiva. Y digo yo: ¿No nos atacaron ya una vez sin necesidad de armas poderosas y nos han vuelto a atacar sin necesidad de las mismas?
Y ahora "ya" nos importan los muertos de Irak, porque vemos que la guerra se desencadena en nuestras ciudades. Empezando por reconocer los problemas, debemos luchar por un mundo cohesionado, comprometido, respetuoso, solidario, igual y tolerante, y debemos dotar de un apoyo firme y claro a los afectados por el terrorismo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 15 de marzo de 2004