El PNV de Imaz afianza su hegemonía electoral a pesar de tratarse de unas elecciones generales y mejora sus resultados históricos en ellas. Mantiene los diputados (7) y senadores (6) que tenía y conserva su estatus de partido más votado en su feudo vizcaíno y en Guipúzcoa, pero ve aumentar sustancialmente su porcentaje de votos en las tres provincias vascas. Mientras, los socialistas dan la vuelta a los resultados de 2000 y relegan a los populares al tercer puesto.
En Vizcaya, pese a cambiar de cabeza de cartel (Anasagasti ha sido desplazado al Senado), el PNV repite los 4 escaños y sube en porcentaje de votos a costa de EA y Batasuna. Los socialistas son los mayores beneficiados del aumento de la participación en casi diez puntos. Reducen a ese porcentaje la diferencia con el PNV y desplazan del segundo puesto al PP, arrebatándole un escaño y distanciándole en ocho puntos y medio. Los populares, con Ignacio Astarloa al frente, pierden un diputado y experimentan un desplome de más de ocho puntos. IU se queda a más de dos mil votos de conseguir el escaño que llegó a tener en Vizcaya hace dos legislaturas, pero experimenta una notable subida en número de sufragios y porcentaje, al igual que en las otras dos provincias vascas, y desplaza a EA como cuarta fuerza vasca.
En Guipúzcoa, los peneuvistas, pese a empatar con el PSOE en escaños (2), consolidan el papel de primera fuerza que alcanzaron en 2000, y se acercan a posiciones anteriores a la escisión de EA. Los socialistas recuperan el escaño que les arrebató el PP en las anteriores generales, dejándole como tercera fuerza, pero a una distancia de más de nueve puntos. Finalmente, no se produjo en Guipúzcoa el milagro que anunciaron algunas encuestas y Aralar se queda sin diputado. El partido de Patxi Zabaleta no sólo no amenazó el escaño de Eusko Alkartasuna, sino que apenas avanza respecto a su estreno en las elecciones forales de mayo. Pese a bajar en sufragios, EA volverá a sentar a Begoña Lasagabaster en el Congreso. IU, por su parte, ratifica en Guipúzcoa el comportamiento contrario que ha tenido en Euskadi respecto al resto de España. Supera a Aralar, resiste el tirón del voto útil hacia el PSOE y posiblemente arranca sufragios que otras veces fueron a Batasuna. El voto nulo útil propugnado por los seguidores de Arnaldo Otegi alcanza en este territorio un 11,80% y suma en Eusladi cien mil papeletas.
Álava mantiene la tradición de apuntar al ganador de las elecciones en España y refleja el vuelco producido a nivel general más que el resto de las provincias vascas. Los socialistas desplazan a los populares como primera fuerza y les arrebatan un diputado y dos senadores. Pero este descabalgamiento adquiere rasgos catastróficos para la lista encabezada por Mayor Oreja, ya que pierde 13 puntos respecto a 2000. Los populares se quedan a menos de dos mil votos del PNV, que repite en el tercer puesto y lleva a Emilio Olabarria al Congreso, cuando hace cuatro años le sacó 30.000 votos de diferencia. Aunque muy lejos de obtener representación, IU registra un apreciable ascenso. En Álava, la menos nacionalista de las provincias vascas, el voto nulo obtiene su menor registro, un 1,35%.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 15 de marzo de 2004