El archipiélago canario ha confirmado con los votos las diferencias ya marcadas por la Administración. Mientras la provincia de Las Palmas concedía la mitad de sus ocho escaños al PP, 3 a los socialistas y uno a Coalición Canaria, en Santa Cruz de Tenerife, los populares habrían llegado tan solo a 2, igual que los nacionalistas y 3 al PSOE.
La jornada electoral registró una participación que supera en ocho puntos la de hace cuatro años. En las islas votaban 1.457.000 habitantes, de los que más de 93.000 son jóvenes que lo hacían por primera vez. Escrutado casi el cien por cien, el escrutinio de los votos para 15 escaños en el Congreso y 11 senadores daba 6 diputados al PSOE, 6 al PP y 3 a CC. El PSOE obtuvo 5 senadores, CC, 3 y otros tantos el PP.
Casi al borde de la medianoche, el presidente del Gobierno de Canarias, Adán Martín (de CC), llamó a la "paciencia" y la "reflexión", antes de aventurar una ruptura del pacto que mantiene en las islas con los populares, en favor de la sustitución de tres consejeros del PP por otros tantos socialistas.
La jornada electoral transcurrió sin incidentes. Una vez conocidos los resultados, el secretario general de los socialistas canarios, Juan Carlos Alemán, insistió en que "España nunca se había visto ante una situación tan crispada, con una tensión creciente entre los partidos políticos, entre las comunidades autónomas y entre sus ciudadanos", por lo que aventuró que el próximo ejecutivo "deberá tener entre sus prioridades la pacificación y la concordia". En la misma línea, el ex presidente canario y ex ministro socialista Jerónimo Saavedra interpretó la victoria del PSOE en el sentido de que "el pueblo no soportaba tanta prepotencia y manipulación informativa; no se respetó el derecho de un pueblo a estar bien informado".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 15 de marzo de 2004