La victoria del PSOE en las elecciones españolas quita un peso de encima al Gobierno alemán. En Berlín se espera del futuro Gobierno socialista una actitud más flexible que lleve incluso a desbloquear el debate sobre la futura Constitución europea. Las relaciones entre los dos países sufrieron en los últimos meses la carga de lo que en Alemania el Gobierno y la oposición consideran posición intransigente y poco constructiva de España ante la futura Constitución europea. Al mismo tiempo, las posiciones del dirigente del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, se encuentran muy cercanas a las que mantuvo con firmeza el Gobierno alemán en su rechazo a la guerra de Irak y a la política del presidente de EE UU, George W. Bush.
El canciller federal alemán, Gerhard Schröder (SPD), envió ayer un telegrama de felicitación a Zapatero en el que alude a las relaciones "estrechas y llenas de confianza" entre España y Alemania, que están de acuerdo "en muchas cuestiones de política exterior". Tras ofrecer la solidaridad de Alemania y conjurar la lucha conjunta contra el terrorismo, Schröder expresa el deseo de encontrarse con Zapatero para un diálogo personal, "lo más pronto posible en Berlín".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 16 de marzo de 2004