El pasado viernes día 12, 700.000 sevillanos bien nacidos llenaron la ciudad más hermosa del mundo, solidarios y respetuosos con los madrileños, castigados por la barbarie asesina de no importa quién, madrileños destrozados en su alma por algo que nadie puede entender.
Pero pasarán unos días y estos 700.000 sevillanos, ¿volveremos a ser respetuosos y solidarios? ¿Respetaremos los aparcamientos para personas con minusvalía en la vía pública y los centros comerciales?
¿Dejaremos libres las aceras, las bajadas y los pasos de cebra permitiendo que los invidentes, las sillas de ruedas, las personas mayores se muevan por Sevilla? ¿Impediremos con nuestra solidaridad que una mujer de 85 años vuelva a ser echada de su casa por 39 euros? ¿Dejaremos de destrozar nuestra ciudad con barbarie y falta de cuidado?
Si no lo hacemos, nuestra solidaridad y respeto de 700.000 sevillanos bien nacidos, será como hasta ahora, de charanga y pandereta, para salir en las fotos y evitar el qué dirán, y parafraseando al libro del Cid, habrá que volver a decir: "Sevilla, que buena ciudad si tuviera buenos sevillanos".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 17 de marzo de 2004