La Audiencia de Alicante sentó ayer en el banquillo de los acusados a un matrimonio por abusos sexuales a su niña, cuando ésta contaba con seis años. Los procesados se enfrentan a una pena de nueve años [el padre como autor de las agresiones y la madre, por consentirlo]. En la vista oral,los progenitores rechazaron la imputación y lo atribuyeron a una venganza de los vecinos. Los peritos descartaron que la niña se inventara el relato.
El fiscal mantuvo ayer, en sus conclusiones definitivas, su petición inicial de condena de nueve años de cárcel para J. M. M., y J. D. M., padre y madre, respectivamente, de una niña que supuestamente fue objeto de abusos sexuales desde, al menos, noviembre de 2001. El ministerio público consideró probado que el hombre abusó sexualmente de la menor; mientras, sostuvo la imputación a la madre como autora por omisión.
"Yo no he abusado de mi hija. Para qué la he traído al mundo", declaró ayer, durante la vista oral, J. M. M., padre de la niña. El encausado apuntó la posibilidad de que la pequeña repitiera las palabras pronunciadas, en alguna ocasión, por sus padres. "Tenemos la conciencia muy tranquila", apostilló la mujer. Ésta, sin embargo, atribuyó a una venganza de sus vecinos por el pasado delictivo de su marido -el hombre fue procesado y sentenciado por un delito de violación-. "Todo ha venido porque tienen manía a mi marido. Sé, al cien por cien, que mi marido no ha sido", recalcó.
Los presuntos abusos se conocieron después de que la niña fuera matriculada, en septiembre de 2001, en un colegio de Banyeres (El Comtat). La dirección del centro asignó una educadora a la menor por su retraso escolar debido a problemas físicos. En una de las sesiones, la pequeña trazó "un dibujo con explícitas referencias sexuales", impropias por su corta edad, según relató la psicóloga del centro. Esta circunstancia despertó las sospechas de la experta quien, a partir de entonces, examinó a la menor en varias sesiones. En ellas, la niña dibujó "situaciones sexualizadas", simuló con títeres las acciones a las que era sometida y acusó a su padre de tocarle. "Empezó a hacer movimientos de penetración", manifestó la psicóloga durante la sesión oral, celebrada en la Sección 3ª de la Audiencia de Alicante. La experta agregó que, según manifestaciones de la niña, su madre le decía que "si no callaba venía el mumo". "Le decía [la madre a su hija] que tenía que gustarle porque a ella también le gustaba", agregó. Los tres expertos coincidieron en descartar que la niña haya sido inducida por terceras personas. Además, añadieron: "No hay indicadores de fabulación [de la menor]". Las defensas piden, por su parte, la libre absolución.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 17 de marzo de 2004