El Príncipe de Asturias, en su primera actividad oficial pública tras los atentados del pasado día 11, condenó estos hechos y aseguró que "todos nos sentimos víctimas de ese atroz ataque que nos ha conmocionado". Don Felipe dedicó a esta condena del terrorismo y de los atentados del 11-M casi íntegramente su discurso de entrega de los premios Empresa y Sociedad. En su alocución indicó: "Por más que pasen los días no debemos nunca permitir que el olvido nos aleje del 11 de marzo y sus víctimas". El Príncipe afirmó, con emoción, que el recuerdo de las víctimas "impone redoblar nuestros esfuerzos y nuestra determinación para acabar de una vez por todas con el terrorismo, desde nuestro amor por la libertad y contando con nuestras convicciones y con todos los instrumentos del Estado de derecho". En su intervención, don Felipe expresó su cercanía con los afectados y dedicó su "recuerdo más emocionado a los fallecidos y heridos" y trasladó su "profundo pesar y afecto a sus familias, amigos y compañeros que los lloran o sufren angustiados por los que luchan por salir adelante o recuperarse".
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"Tenemos contraída una deuda impagable con las víctimas y sus familiares; aun cuando nadie podrá compensar suficientemente su dolor y sufrimiento, su recuerdo constituirá una obligada referencia moral para todos y el pilar más firme sobre el que debemos basar nuestro compromiso renovado para luchar unidos contra esta barbarie". Don Felipe tuvo palabras de "felicitación y orgullo" para todos los que colaboraron para auxiliar a las víctimas. También expresó su confianza de que "todos los despiadados y cobardes responsables de esta monstruosa matanza sean detenidos y juzgados".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 17 de marzo de 2004