Las máquinas comenzaron ayer a trabajar de nuevo en el interior del túnel de Bracons poco después de que el Ejecutivo catalán decidiera continuar con el proyecto tras introducir sustanciales cambios. La decisión del Gobierno autónomo tiene el apoyo de empresarios de Vic y Olot y del Consejo de Cámaras de Comercio, mientras ICV-EUiA, ERC y Unió de Pagesos y empresarios del turismo rural son contrarios a ella. La reforma del proyecto original encarecerá la obra en 14 millones de euros y amplía de tres a nueve la cifra de túneles en la Garrotxa, y en algunos tramos la carretera será de tres carriles, uno en cada sentido y un tercero para vehículos lentos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 18 de marzo de 2004