El presidente del grupo de CiU en el Parlament, Artur Mas, afirmó ayer que el Gobierno catalán y su presidente, Pasqual Maragall, tienen "mentalidad raquítica y de mosquito" por su decisión de cerrar las delegaciones gubernamentales en Casablanca y Roma.
Mas calificó de "escandaloso" que el Gobierno catalán actúe con "tan poca amplitud de miras" y se disponga a clausurar estas oficinas en el extranjero "porque las ha hecho CiU o porque no le gustan los delegados". Sobre todo, agregó, después de que el Tribunal Constitucional avalara, el pasado martes, el trabajo de estas delegaciones en cuanto a información y orientación de inmigrantes, por lo que consideró el cierre propio de una "mentalidad raquítica".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 18 de marzo de 2004