Creo que no soy el único trabajador que vuelve a casa más tarde de las diez, así que me ha sorprendido leer que se multará con más de 120 euros a quien baje la basura fuera del horario.
Esta medida será positiva porque seguro que creará colas en los contenedores, por lo que acabaremos conociendo más a nuestros vecinos. Propongo poner unos bancos para quedarse a charlar o esperar en hora punta y cámaras para detener a los infractores o, mejor, un policía en cada contenedor.
Poniéndole humor e imaginación, se ocurren varias soluciones para las personas discriminadas por su horario, como dejar el trabajo y engrosar las filas del paro, lanzar las bolsas desde el balcón directamente al camión si no llegamos a tiempo, crear comandos de vecinos que alerten de la presencia de policías merodeando u organizar carreras de tiro de basura vallas. Tampoco estaría mal organizar una cacerolada, pero con restos de comida en las cazuelas.
Por último, sería bueno que los gobernantes no discriminaran y que tuvieran en cuenta a los trabajadores de tarde, por lo que tendrían que buscar una solución justa.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 19 de marzo de 2004