En esta película todos los personajes son víctimas de sus pasiones", dice el actor mexicano Daniel Giménez-Cacho. Interpreta al padre Manolo. Un pedófilo, un hombre que abusa de su poder. Cacho asegura que un libro le ayudó a entender al cura que interpreta. "El
legionario, que retrata a El Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo, un morfinómano y pederasta que fue muy conocido en México. Ese libro me dio algunas claves".
"Trabajar con Pedro exige una negociación dramática", explica el actor. "Pero su exigencia no es autoritaria. Es una manera de trabajar que tiene que ver con sus dudas, con sus ansiedades. Es curioso, pero su actitud tiene más que ver con la de un joven ante su ópera prima que con la de un cineasta con toda una filmografía detras. Él no busca hacer las cosas bien, eso sería aburrido, busca que las cosas le sorprendan, que le incomoden. Con él he aprendido muchas cosas de mí y de mi manera de trabajar".
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 19 de marzo de 2004