El Grupo de Homicidios de la Guardia Civil investiga desde el pasado 7 de marzo el macabro hallazgo que hizo un pescador de Alpedrete, que se topó con el cadáver de un hombre de mediana edad dentro de una poza. Éste presentaba numerosas cuchilladas por el cuerpo y estaba en avanzado estado de descomposición. La primera tarea que está realizando el instituto armado es descubrir la identidad de la víctima, que iba indocumentada y carecía de algún elemento -joyas o tatuajes- que permitieran descubrir de quién se trata.
Los investigadores están cotejando las denuncias de personas desaparecidas con las características físicas del cadáver: mide 1,70 metros, es de piel clara y tiene unos 35 años, según fuentes del instituto armado. El laboratorio de criminalística está intentado reconstruir las huellas dactilares. Éstas han quedado destruidas por la putrefacción, ya que el cuerpo puede llevar en la poza entre dos y cuatro meses. Tenía enrollada en el cuello una cuerda, de uno de cuyos extremos pendía una piedra, según publicó ayer El Mundo.
Éste es el primer homicidio ocurrido este año que investiga la Guardia Civil. Con esta víctima, son 11 las muertes violentas registradas en la región.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 19 de marzo de 2004