El periodista del tabloide Daily Mirror Ryan Parry, de 26 años, que se infiltró como empleado en el palacio de Buckingham durante los preparativos de la visita de Estado del presidente de Estados Unidos, George W. Bush, al Reino Unido y publicó en el diario detalles de la vida privada de la familia real, fue premiado el jueves con dos distinciones por la British Press Awards (BPA), los oscar de la prensa británica. Parry trabajó en palacio durante dos meses -en octubre y noviembre de 2003- sirviendo comidas a la reina Isabel y al resto de la familia real, e incluso preparó las habitaciones de los invitados norteamericanos, sin que nadie descubriera su identidad como periodista. El escándalo político y diplomático fue mayúsculo y el debate sobre la falta de seguridad de la residencia real todavía colea. Un portavoz del palacio de Buckingham ha declarado que estos premios han sido "una vergüenza" y que "el periodista faltó a toda ética moral y vendió historias secretas de la familia real. No debería haber sido galardonado, sino más bien reprendido''. Parry desveló, entre otras muchas cosas, que el príncipe Eduardo duerme con ositos de peluche y que el príncipe Andrés dice muchos tacos.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 20 de marzo de 2004