Colin Powell criticó ayer la decisión del presidente electo español, José Luis Rodríguez Zapatero, de retirar las tropas de Irak si no existe un mandato de la ONU. "No es momento de retirarse, sino de seguir adelante", dijo el secretario de Estado de EE UU durante una visita sorpresa a Bagdad. Powell manifestó su deseo de "mantener conversaciones" con el nuevo Gabinete socialista. Horas después, el PSOE informó que Miguel Ángel Moratinos, miembro del consejo asesor de Zapatero, acababa de mantener una conversación con Powell "marcada por un tono muy positivo".
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"No es el momento de decir 'paremos lo que estamos haciendo y retirémonos", respondió Powell cuando se le preguntó por el anuncio de retirada de los soldados españoles y por las objeciones anunciadas por Corea del Sur y Polonia. "Es tiempo de hacer frente a esta amenaza al mundo civilizado, y no de salir corriendo, escapar y pensar que no nos alcanzará; lo hará", subrayó antes de instar a los aliados de Estados Unidos a mantener su apoyo en Irak.
Corea del Sur se está replanteando su compromiso de ampliar de 600 a 3.000 soldados su contingente porque significaría enviar tropas a Mosul, ciudad del norte de Irak que se considera dentro de zona de combate. Por su parte, el presidente de Polonia, Aleksander Kwasniewski, ha admitido que su país fue mal informado e inducido al error sobre la existencia de armas de destrucción masiva, lo que le llevó a apoyar la guerra.
El llamamiento ahora de Powell se produce cuando se cumple un año de la invasión de Irak y crecen las críticas por los resultados de esa aventura bélica. "La guerra en Irak no es la causa del aumento del terrorismo en el mundo", señaló el secretario de Estado norteamericano. Esta idea fue lanzada por Powell en respuesta a quienes, como el ministro francés de Exteriores, opinan que el mundo no es hoy más seguro que hace un año.
"Hemos asistido a ataques terroristas en todo el mundo que no tienen nada que ver con Irak", insistió Powell, quien entre la lista de ejemplos que aportó no incluyó los atentados del 11-M. "El terrorismo ya existía con anterioridad en muchos lugares del planeta, entre ellos España", manifestó el jefe de la diplomacia estadounidense. "Es una amenaza para todo el mundo civilizado y todos debemos responder a esa amenaza", defendió antes de dar a entender que no daba por cerrado el caso español. "Esperamos mantener conversaciones con el nuevo presidente una vez que asuma su cargo".
Horas después de estas declaraciones, el PSOE informó que Miguel Ángel Moratinos acababa de mantener una conversación telefónica con Powell, "como continuación de la mantenida hace unos días" entre Zapatero y el presidente Bush.
La conversación con Powell estuvo marcada, según el comunicado del PSOE, "por un tono muy positivo" y por el deseo de mantener "óptimas relaciones entre dos aliados con vínculos tan sólidos y relevantes como Estados Unidos y España". Ambos recordaron el buen trabajo en equipo que realizaron en Oriente Próximo, en el marco del llamado Cuarteto internacional.
En la conversación se aludió expresamente a las distintas posiciones que la Administración estadounidense y el futuro Gobierno español mantienen sobre la presencia militar en Irak. Se comprometieron a perseverar en su colaboración en la lucha contra el terrorismo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 20 de marzo de 2004