El pasado sábado por la tarde, los ciudadanos que entrábamos en el parque de la Ciutadella por la puerta del Parlament (en el lado de la estación de Francia) no éramos advertidos por la dotación de la Guardia Urbana que estaba allí situada de que no había más accesos abiertos. Esto comportó que al llegar a la puerta del paseo de Lluís Companys nos la encontráramos cerrada a pesar de los carteles que informaban de que los sábados y domingos permanece abierta.
Las 20 o 30 personas presentes, que iban llegando, familias, personas de edad, etcétera, llamamos a la centralita del 092 para advertir esta situación y nos respondieron que mandaban una patrulla para abrir el acceso. Pasaron los minutos y nada, todavía esperamos.
Ante este desprecio absoluto hacia nuestros requerimientos, optamos por volver a la puerta de entrada, que no está precisamente cerca, pero la dotación de la Guardia Urbana ya se había ausentado.
¿Quién determina que se cierren accesos que, según anuncian, tienen que estar abiertos?, ¿por qué estaba cerrada la puerta del paseo de Lluís Companys?, ¿es difícil coordinar el cierre de los accesos a este parque de la ciudad?
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 24 de marzo de 2004