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VISTO / OÍDO

La verdad sospechosa

El presidente de Taiwan se fabricó el atentado con poco daño para ganar las elecciones; luego hizo trampa en el recuento. Recuerdo: a) el atentado contra Mitterrand, fingido y pagado por él, que fue descubierto (1959); años más tarde fue presidente de la República Francesa (1981); b) el recuento una y otra vez de los resultados en Florida hasta que al fin ganó Bush, hermano del gobernador. El lunes vi a Aznar en Tele 5 atacar a los que dijeron la verdad. Aznar decía que no ha perdido las elecciones porque no era candidato: las perdió el partido al que está afiliado (Rajoy). Pero por la conjura. En el novenario de la matanza de Atocha aseguró que el mundo está mejor después de la captura de Sadam; y era el mismo día en que Sharon cometía el "asesinato selectivo" del jeque Yassin. Su explicación del sentido de la realidad de este político es interesante para psicólogos y filósofos. La matanza de Atocha no es resultado de nuestra guerra contra Irak; pero si retiramos esas tropas, sufriremos los atentados, porque ellos recibirán un mensaje. ¿Qué mensaje?

Y los que decían que el Gobierno ha mentido eran calumniadores. A pesar de que lo dijo él no era verdad, y lo que decían los calumniadores, sí. Me fijo mucho en estas cosas desde que vi a los sublevados militares del 18 de julio fusilar durante diez años por rebelión cuando los rebelados eran ellos y los asesinados eran los leales al Gobierno. Leo en El semanal digital.com una antología de la SER, tomada de El Mundo, acusada de manipuladora, de crear un "estado de crispación que transmitió a sus oyentes el día de reflexión": Nosotros, canallas [figuro en esa antología], dijimos que el atentado era de los extremistas islámicos, mientras el Gobierno funcionaba con ETA. Lo confieso: caímos en la deformación profesional de decir la verdad. Sospechosos, agitadores, conjurados; hicimos salir a la calle el populacho. Y Aznar dijo: "Sólo nos queda que apaleen a nuestra gente y además pidan perdón por el mero hecho de existir". (Misterio: sus ocho días de silencio, la elección de la 5 y el periodista Valentín: sus duras preguntas parecían concertadas. Para hacer una verdad conveniente). Y ese ser sigue en funciones hasta que termine abril: cuando Zapatero esté preparado.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 24 de marzo de 2004