Las personas a quienes les recetan sesiones de rehabilitación o tienen que ir a hemodiálisis en el hospital Virgen del Rocío de Sevilla las llevan en ambulancia o, si el facultativo lo cree conveniente, en un taxi que, hasta hace unos días, tenía que pagar el enfermo, quien más tarde recibía el importe si se justifica con las facturas correspondientes.
Existen unos taxis que están adaptados para llevar a personas en silla de ruedas. Éstos son recomendados por los médicos porque el enfermo no se tiene que bajar de la silla de ruedas. Los eurotaxis, para que el enfermo no soportase durante meses el gasto, gestionaban, hasta hace sólo unos días, el cobro, soportando así los varios meses que el Virgen del Rocío tarda en pagar ese transporte. A partir de ahora, el hospital se niega a pagar el servicio de taxi (adaptado o no), abonando sólo una parte y al libre albedrío de los responsables. A algunos enfermos, al pedir que los lleven en ambulancia porque no pueden pagar diariamente un taxi durante meses, les dicen que el cupo está agotado. El servicio de eurotaxi es bueno y no merece que le pongan zancadillas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 25 de marzo de 2004