Pocas veces se ha visto a un equipo en una situación tan precaria como la del Barcelona, campeón de todo la pasada temporada. Maltratado por las lesiones -una infección en las amígdalas obligó ayer a hospitalizar a Varejao, que se unió a las bajas de Grimau y Fucka-, el equipo azulgrana hizo aguas por momentos ante un rival, el Montepaschi Siena, concienciado al máximo de lo que había: una excelente ocasión para desembarazarse del campeón y uno de los grandes aspirantes al título.
El Barcelona no le cogió el aire al partido muy hasta el final, cuando peor lo tenía, a la desesperada. Se le atravesó al Barça la defensa en zona de los italianos y el milimétrico control de sus acciones ofensivas, muchas de ellas concluidas al borde del tiempo de posesión y aderezadas con una tremenda lluvia de triples (11 sobre 19 intentos).
BARCELONA 85 - SIENA 86
Barcelona: Ilievski (3), De la Fuente (9), Drejer (5), Bodiroga (15), Femerling (7), Nacho Rodríguez (0), Dueñas (9), Gasol (6) y Navarro (31).
Montespachi Siena: Stefanov (11), Zukauskas (0), Thornton (20), Kakiuzis (17), Chiacig (17), Vanterpool (17), Vukcevik (4), Andersen (0) y Galanda (0).
Parciales: 21-23, 20-20, 16-25 y 28-18.
Palau Blaugrana. 8.000 espectadores.
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El Barcelona no logró hacer valer las cualidades de Dueñas y Femerling en la pintura y se enredó de mala manera en el entrejuego, en el que Ilievski no logra hacer olvidar a Jasikevicius. El Siena, con Kakiuzis, Thornton, Chiacig y Vanderpool en estado de gracia, abrieron una brecha que parecía sentenciar de forma prematura (57-68). De la mano de un Navarro majestuoso, acompañado de Bodiroga y por una vuelta de rosca en defensa, el Barça estuvo a punto de remontar. Un triple de Bodiroga le permitió empatar a 85 puntos. Pero, con sólo ocho décimas por jugar, Femerling cometió falta personal y Vanderpool no falló.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 25 de marzo de 2004