La organización Automovilistas Europeos Asociados (AEA) hizo público ayer un informe en el que denuncia que existen diferencias de hasta un 300% entre distintas ciudades en el impuesto municipal sobre vehículos de tracción mecánica, conocido como impuesto de circulación, que genera anualmente unos ingresos de 1.403 millones de euros a los ayuntamientos.
Según AEA, los automovilistas residentes en Barcelona pagan un 21,6% más en impuestos locales que los empadronados en Madrid, un 34% más que en Valencia y un 43% más que en Santa Cruz de Tenerife.
La asociación destaca que esta situación es consecuencia de una ley en la que se permite a cada ayuntamiento fijar libremente la tarifa dentro de unos márgenes, lo que ha dado lugar a "verdaderos paraísos fiscales". El informe indica que un vehículo medio, con 11 caballos de potencia fiscal, paga 18,75 euros por este impuesto en Melilla, frente a 56 euros en Madrid y 68,15 euros en Barcelona, lo que supone una dispersión de precios del 263%.
Entre las ciudades con un impuesto más alto, AEA destaca Lleida, San Sebastián, Bilbao, Córdoba, Tarragona y Girona, mientras que entre los más baratos figuran Ceuta, Melilla, Soria, Zamora, Cáceres y Pamplona.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 25 de marzo de 2004