Cuando se produjo su inauguración, hace algo más de dos años, rompió todos los esquemas de los chinos al uso. Durante este tiempo ha consolidado su cocina y ha mantenido un vistoso aire fashion al más puro estilo neoyorquino.
Gracias a los juegos de luces, a la luminosidad de sus transparencias y a la música que lo ambienta por las noches, consigue un deslumbrante efecto escénico. Local de horarios largos cuyas cocinas permanecen abiertas hasta más allá de la medianoche. Aunque en su ánimo prevalece la idea de servir platos familiares recuperados de la vieja China, la carta abunda en detalles de refinamiento. Como muestra, los exquisitos dim sum, símil de ravioles al vapor rellenos de picadillos aromatizados. Entre ellos, los dim-sum de cangrejo y las delicias de Pekín a la plancha.
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Otras especialidades recomendables son los rollitos de otoño, la ensalada de cangrejo y el pato crujiente. Pero lo más interesante en estos momentos de Le Dragon son sus menús Yin y Yang, que se ofrecen al mediodía de lunes a viernes y tienen un coste por persona de 24 euros (IVA aparte). Dos menús que se presentan al estilo occidental en platos individuales (en China todo se sirve en fuentes para compartirse) y permiten disfrutar de gustos opuestos, algo así como la sensibilidad y ternura frente a la vitalidad y resistencia.
En el menú Yin, sopa de fideos transparente, mushi de pollo y lubina con verduras y arroz frito. En el Yang, sopa agripicante, rollito de gambas y solomillo de vaca con tallarines. Dos propuestas bien atractivas.
Le Dragon. Gil de Santibáñez, 6. Teléfono 91 435 66 69. No cierra. Precio aproximado por persona, entre 30 y 35 euros. Menús Yin-Yang, 24 euros.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 26 de marzo de 2004