Estudio de Reti.
¿Le parece fácil, verdad? Las piezas están muy cerca de los peones. Pues no lo es: ningún lector encontrará la solución al primer intento, y pocos lo conseguirán al tercero. El genial Richard Reti (1889-1929), cuya prematura muerte por escarlatina privó al ajedrez de uno de los mayores talentos de su historia, nos recuerda con este fino estudio que debemos estar siempre alerta porque incluso las posiciones más simples en apariencia pueden esconder sutiles trampas. Como ésta, realmente preciosa y original, que acaece si uno opta por la lógica aplastante y acerca el rey y el caballo: 1 Rc4, b3 2 Ce4, b2 3 Cc3, b1=D!! 4 C - b1+, Ra4, y ¡tablas! Si el alfil se mueve, el rey negro está ahogado, y si no lo hace, será capturado, lo que dejaría a las blancas sin material suficiente para dar mate. Bien, probemos entonces a cambiar el orden: primero acercamos el caballo, dado que dos piezas deben ser suficientes para bloquear los peones, y luego traemos el rey. Sí, pero estas dos piezas están mal puestas: 1 Ce4, b3 2 Cc3, Rb2 3 Ca4+ (o bien 3 Re4, Rc2 4 Cb5, b2 5 Ca3+, Rc1, tablas) 3... Rc2 (también sirve 3... Ra3) 4 Ac3, b2 5 A - b2, Rb3, y cae una de las dos piezas. Bueno, esto empieza a pasar de castaño oscuro, pero hay una solución, cuya dificultad estriba en que, contraviniendo la lógica, ¡el rey se aleja del campo de batalla! 1 Re4!!, b3 (no funciona 1... c4 2 Cd5, b3 3 Re3, b2 4 Cc3, Rb3 5 Rd2; ni 1... Ra4 2 Ad8, c4 3 Cd5, b3 4 Re3, b2 5 Cc3+, Rb3 6 Rd2, ganando) 2 Cd5!, b2 (o bien 2... Rb2 3 Rd3, Rc1 4 Ad2+, Rb1 5 Cc3+, Ra1 6 Ca4, b2 7 Ac3, y ahora sí hay coordinación) 3 Cc3, Rb3 4 Rd3, c4+ 5 Rd2, y las blancas ganan.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 27 de marzo de 2004