"¿Te has tomado las pastillas? ¿Estás bien?", preguntaron los agentes a José Manuel Martínez. "Sí", respondió él. "Pues ahora subiremos y tranquilamente y despacito le cuentas a la juez todo lo que ha pasado". Fue la conversación previa entre los agentes de la Guardia Civil que trasladaron a Martínez, supuesto autor de la muerte de su madre, Mari Carmen Fernández, de 60 años, y de su hermana Mercedes, de 20, a cuchilladas en la mañana del pasado miércoles en el domicilio familiar en Calles (Los Serranos). Jiménez, de 30 años, llegó a los juzgados de Llíria a las 11.40. A las 15.30 salió con destino a la prisión de Picassent.
La titular del Juzgado de Instrucción número uno de Llíria en funciones de guardia, decana de los mismos, decretó prisión incondicional. La letrada de Martínez, Carmen Roca, confirmó la decisión judicial, no comentó la declaración ante el juez y aclaró, por expreso deseo de su representado, que el supuesto parricida no es toxicómano, extremo del que informaron el día de su detención fuentes de la Guardia Civil junto al hecho de que sufre brotes esquizoides.
José Manuel Martínez llegó a casa de sus padres, con los que no vivía, el martes por la noche. Se quedó a dormir y a la mañana siguiente, cuando su padre, Daniel Martínez, salió a ver un campo y hacer una gestión en el Ayuntamiento, atacó mortalmente con un cuchillo a su madre y a su hermana. Después se dio a la fuga. El pasado jueves fue detenido en la Pobla de Vallbona cuando deambulaba por una de las calles del municipio. Según fuentes de la investigación, confesó el crimen y aseguró haberlo planeado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 28 de marzo de 2004