"Para acabar el campus de Tarongers serían necesarios unos
90 millones de euros (15.000 millones de pesetas)", calcula el vicerrector de Infraestructuras de la Universitat, Aurelio Beltrán, que explica las "desventajas" que ha tenido que sortear aquí la institución: "Tuvimos que expropiar el suelo y urbanizarlo en las mismas condiciones que un promotor privado con la diferencia que ellos pueden subir el precio de las viviendas y nosotros no podemos elevar la matrícula a los estudiantes". Beltrán indica que el 55% del dinero que la Generalitat Valenciana adjudicó a la Universitat a través del II Plan de Inversiones, es decir unos 120 millones de euros de los 220 recibidos, sirvió para edificar la biblioteca, los dos edificios departamentales, los dos aularios, el edificio de servicios, los aparcamientos y las instalaciones deportivas del campus. Esto representa, "menos del 50% de lo que la Universitat había proyectado para este campus", apunta. Sin un nuevo plan de inversiones, la situación para la Universitat es "complicada", y quedan hipotecados los proyectos en firme.Entre las grandes actuaciones que la Universitat había proyectado se encuentran el edificio de servicios, diseñado por Álvaro Siza, que se dotaría de un salón de actos, y un comedor universitario, entre otras dependencias; una facultad para Psicología y Ciencias Sociales, ya que los estudiantes y profesores de esta última comparten el edificio con Derecho, en el campus de Tarongers, o el aulario Portaceli, para los estudiantes de Psicología. Además, quedaría por completar el ajardinamiento de 50.000 metros cuadrados.
Visualizar la universidad
Actuaciones que para la Universitat son de relevancia, porque como se señalaba en el documento de Líneas Presupuestarias 2004, obras como la de urbanización del Campus dels Tarongers "contribuyen a visualizar nuestra sigularidad ante las otras universidades valencianas".
Ahora Beltrán sospecha que "la falta de dinero" obligue a reformular algunos de los proyectos. Otras propuestas, todavía embrionarias como el anuncio efectuado por los rectores de ambas universidades de crear un Centro Interuniversitario de Ingeniería Biomédica -todavía se desconoce en qué campus se erigiría- podrían, a su parecer variar los planes iniciales.
Por último, el vicerrector de Infraestructyras dice "creer en un sistema universitario de colaboración entre universidades", como las dos que comparten esa gran arteria urbana que es la avenida de los Naranjos, pese "a que los mensajes para captar alumnos lo complica."
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 29 de marzo de 2004