Un botín cercano a los 150.000 euros en productos alimentarios es el fruto obtenido en los últimos meses por una banda dedicada a estafar a empresas, a las que no pagaba las mercancías. Agentes de la Brigada de Policía Judicial han detenido a cuatro personas, de las que dos tienen un amplio historial delictivo, según informó la Jefatura Superior de Madrid.
Las investigaciones sobre este grupo comenzaron a principios de mes a raíz de una denuncia presentada por una empresa de Villareal (Castellón). En ella constaba que una compañía de Fuenlabrada no había pagado las últimas mercancías enviadas. El coste total se elevaba a 25.376 euros. La policía madrileña siguió la pista de este grupo hasta la calle del Tomillo, en el polígono industrial Acedillo, en Fuenlabrada.
Según constataron los investigadores del Grupo IX de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (UDYCO), los supuestos empresarios habían empleado el llamado timo del nazareno. Éste consiste en hacerse, a través de mayoristas, con grandes cantidades de productos alimentarios que luego se dejan sin pagar.
Los estafadores consiguen la confianza de los mayoristas con compras iniciales pequeñas, que son abonadas al contado. Después aumentan los pedidos, ya que hacen ver a sus proveedores que representan a un cliente potencialmente importante.
Una vez que cuentan con la confianza de los vendedores, retrasan el pago mediante pagarés o transferencias bancarias a 30, 60 o 90 días. En este periodo de carencia, los estafadores aprovechan para hacerse con la mercancía y revenderla a otras empresas a precios mucho más bajos que los normales del mercado. Después desaparecen sin dejar ningún rastro.
Los artífices de este timo suelen utilizar a terceras personas, a quienes, por una cantidad pequeña de dinero, hacen figurar como administradores de la sociedad mercantil. Éstos suelen ser ajenos a la actividad ilícita.
Amplios antecedentes
La policía ha detenido en este caso a Juan Carlos R. del V, de 34 años, que figuraba como administrador de la sociedad mercantil y que actuó como testaferro ante la empresa de Villareal. A través de él, los investigadores llegaron a dos viejos conocidos de la policía por delitos similares: Eusebio P. B., de 54 años, con antecedentes y reclamaciones por estafa, cheque en descubierto y apropiación indebida, y Manuel A. P., de 34 años. Este último arrestado tenía pendientes nueve reclamaciones judiciales por juzgados de Valladolid, Murcia, Salamanca y Villarrobledo (Albacete). El último implicado fue el mozo del almacén Francisco A. G., de 43 años.
Los agentes se incautaron, con la pertinente orden judicial, de gran cantidad de productos de alimentación, en especial de vinos y bebidas alcohólicas de marcas de lujo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 30 de marzo de 2004