A casi 20 días del fatídico 11-M, los medios de comunicación nos han informado sobradamente de lo acontecido. Todos hemos quedado vacunados contra el terrorismo. Se han hecho funerales de Estado, homenajes y otros actos. La Unión Europea ha aprobado un plan de acción contra el terrorismo. Cerca de 200 personas muertas son muchas personas. Es una tragedia que no se nos olvidará nunca.
Pero en estos 20 días han muerto también en España algo más de 200 personas en accidentes de tráfico. Y lo que es más grave, cada 20 días unas 220 personas más seguirán muriendo en nuestras carreteras si no conseguimos evitarlo. ¿Daremos algún día a este hecho la importancia que merece? ¿Se encargan las autoridades de controlar de manera efectiva a los imprudentes que manejan un volante? ¿Se aplicanlas sanciones pertinentes? ¿Se endurecerán en los casos necesarios? ¿Se controla la circulación de vehículos sin seguro, de conductores sin permiso? ¿No sería provechoso destinar más recursos a este objetivo? Espero que los poderes públicos continúen mejorando las vías, modificando las normas cuando sea preciso y potenciando la educación de los conductores, y espero que las autoridades de tráfico se doten de los recursos necesarios para realizar la vigilancia de esos conductores, la persecución de los imprudentes, y muy especialmente de los que cometen locuras. Y en lo que a nosotros respecta, propongo que todos tomemos conciencia de la gravedad de este asunto y evitemos imprudencias. Las muertes en accidentes de tráfico dependen más de nosotros mismos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 30 de marzo de 2004