Detener la tuberculosis
Cerca de nueve millones de personas contrajeron tuberculosis en 2002, según el octavo informe de la OMS sobre esta enfermedad, presentado recientemente. Seis países (India, Suráfrica, Indonesia, Pakistán, Bangladesh y Filipinas) aportan más del 60% de los nuevos casos detectados. La falta de profesionales especializados, la escasez del seguimiento terapéutico o la carencia de infraestructuras, constituyen los principales problemas para frenar esta enfermedad infecciosa, que se contagia por el aire. Otro informe elaborado por Médicos sin Fronteras, dado a conocer también este mismo día, recomienda revisar la estrategia global frente a la tuberculosis, fomentar nuevas técnicas diagnósticas y desarrollar medicamentos más eficaces al alcance de todos. La tuberculosis también afecta a los países desarrollados sobre todo en enfermos cuyo sistema inmunitario está debilitado, como los de cáncer o infectados por el VIH, virus del sida. Se estima que 12 millones de personas están coinfectadas con el VIH y la bacteria de la tuberculosis.- C. G.
Fármacos en la sutura
Investigadores de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) están trabajando en el desarrollo de nuevos hilos de sutura bioabsorbibles por el organismo humano que además tienen propiedades farmacológicas, ya que pueden mejorar el proceso de curación de las heridas. La línea de investigación abierta por la UPC tiene como objetivo añadir fármacos a los hilos sintéticos utilizados para la sutura externa, que habitualmente son de seda, para reducir infecciones o inflamaciones o bien para activar el crecimiento celular. Durante una intervención quirúrgica, los cirujanos cosen las partes internas del organismo con hilos de un material que el cuerpo reabsorbe, mientras que los utilizados para las partes externas son normalmente eliminados por el médico una vez la herida ha cicatrizado. El grupo del departamento de Ingeniería Química de la UPC dirigido por Jordi Puiggalí se ha especializado en los últimos años en desarrollar nuevos polímeros capaces de autodestruirse.- EFE
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 30 de marzo de 2004