La labor de la mujer en el campo ha sido tan excepcional como silenciosa, sobre todo en las condiciones más lastimosas de la posguerra. La periodista María Eugenia Vílchez ha esbozado en el libro Aceituneras de Córdoba un retrato humano de nueve mujeres de la provincia cuyas vidas han girado en torno al olivar. "Es un homenaje a un papel esencial y poco reconocido incluso por las propias mujeres", explicó ayer la autora.
Lo que más le ha llamado la atención a Vílchez de sus entrevistas ha sido que por muy dura que haya sido la vida, "ellas la recuerdan con agrado y la llevan con mucha fortaleza". La mayoría de las mujeres enviudaron durante la Guerra Civil y, además de sacar adelante sus casas y sus familias numerosas, trabajaron como aceituneras, excepto una de ellas, que fue empleada de una planta de litografía de envasado.
Vílchez preguntó a las protagonistas qué les quedó por hacer. Todas respondieron: aprender a escribir y leer. Lo hacen ahora asistiendo a los centros de adultos. En su día no tuvieron la oportunidad porque, además de los escasos recursos de sus familias, eran sus hermanos los que accedían a la educación básica.
La historia de estas nueve mujeres de entre 50 y 85 años ha sido encuadrada en cinco capítulos por sus nexos familiares. Soledad Cubillo; Carmen Castro; Joaquina Flores y su hija Joaquina Agudo; Carmina Cañero; Araceli, Carmelina, Josefa y Eugenia Villatoro son un ejemplo de fuerza para quienes se ahogan en un vaso de agua y, en el libro, "han recuperado el patrimonio de aquellas coplillas aceituneras de antaño que ya no se cantan", explicó la autora, jefa de Informativos de la Cadena SER.
El libro, iniciativa de la Cadena SER apoyada por el Instituto Andaluz de la Mujer y la Diputación de Córdoba, fue presentado ayer en la VII Semana del Aceite de Oliva que organiza Radio Córdoba.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 31 de marzo de 2004