El pasado día 14 de marzo ocurrió algo que afortunadamente es muy normal en un sistema democrático, y fue que los ciudadanos decidieron libremente cambiar de Gobierno.
El Boletín Oficial del Estado de fecha 15 de marzo publica un Real Decreto 448/2004 en el que se declara el cese de don José María Aznar como presidente del Gobierno. Si bien continuará en funciones hasta la toma de posesión del nuevo presidente del Gobierno.
Hasta aquí, todo muy bien y muy clarito. Pero lo que no recoge ningún boletín, ni siquiera ninguna ley, decreto o norma, que yo sepa, es con qué talante se debe realizar el tránsito o, mejor dicho, el periodo en el que el presidente en funciones adopte las medidas que el cargo le permite hasta que el Congreso de los Diputados proclame la elección del nuevo Gobierno.
Porque el espectáculo que provocó el señor Aznar demorando unas cuantas horas el viaje de 160 militares, me parece que no tiene parangón en ningún país democrático, al menos que se sepa. Me pregunto si le va a pedir al futuro presidente de Gobierno que firme más cartitas, tal vez con el afán de pasar al Libro Guinness de los récords como el presidente en funciones más desconfiado de la historia de Europa.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 31 de marzo de 2004