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CARTAS AL DIRECTOR

Violencia contra las mujeres

Leo en EL PAÍS (23-3-04) que el PSOE se propone abordar el problema de la violencia contra las mujeres apuntando a las causas primeras que lo generan: "... un modelo de sociedad que sitúa a la mujer en posiciones de inferioridad y de sumisión al hombre". Una modificación de la Ley General de Publicidad o la realización de seguimientos de los casos de violencia en el ámbito escolar o familiar son algunas de las medidas que se proponen para atacarlo.

Hay que aplaudir que se aborde seriamente un problema como el sexismo-machismo que, siendo preocupante a un nivel que podríamos llamar de baja intensidad (polarización muy precoz por sexos en la escuela y en los juegos, de tareas en el hogar y en el empleo, inferioridad de los salarios femeninos, publicidad misógina, etcétera), resulta alarmante y trágico en sus manifestaciones más graves.

Se menciona, sin embargo, una iniciativa que me parece muy negativa: la introducción de asignaturas en el sistema de enseñanza para "la formación en el respeto de los derechos y libertades fundamentales, de la igualdad entre hombres y mujeres, y en el ejercicio de la tolerancia y de la libertad". Es indudable que es necesaria una educación que fomente el respeto e inculque una sensibilidad hacia éste y otros temas. Pero una asignatura específica acabaría convirtiéndose en una especie de catecismo laico que traicionaría la esencia de la iniciativa, obteniendo un efecto opuesto al deseado. La actitud del profesorado y el espíritu que transmita al alumnado en su enseñanza diaria, los trabajos que se propongan en el ámbito de las distintas materias, las actividades alternativas (publicaciones escolares, ferias científicas, grupos de discusión, etcétera) o el material de enseñanza a todos los niveles (aspecto que sí se recoge en las acciones propuestas) son ejemplos de posibles escenarios educativos más eficaces en ésta y otras batallas imprescindibles.

Pongamos los medios materiales necesarios para que la práctica y la convivencia diarias en la escuela eduquen en la igualdad y el respeto, pero luchemos también para que se dediquen los mayores esfuerzos a proporcionar una sólida formación cultural de base, muy necesaria, que permita a la ciudadanía entender el mundo y actuar crítica y activamente en él.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 31 de marzo de 2004