Aunque siguen reduciéndose las diferencias, persiste una brecha significativa en los niveles de renta, empleo, servicios, equipamientos y calidad de vida entre dos Españas, según el estudio recién difundido por la Fundación La Caixa. Por niveles de renta, hay una España próspera encabezada por Navarra, a la que siguen País Vasco, Madrid, Baleares, Cataluña y La Rioja. Y una España de menor renta en la que están Extremadura, Andalucía, Castilla-La Mancha y Galicia. Esta diferencia es fruto de una larga tradición de desequilibrio en el desarrollo económico. En concordancia con estos datos, los mejores índices de empleo están en Navarra, Baleares, País Vasco y La Rioja, y los peores en Andalucía, Extremadura y Asturias. Estos dos criterios vienen a coincidir con la situación de las comunidades en cuanto a mayores y menores índices de servicios sanitarios, estudios y calidad de vivienda y de equipamientos del hogar.
No es de extrañar, pues, que Baleares, Canarias, Murcia, Madrid y la Comunidad Valenciana sean las comunidades que registraron mayor aumento de población entre 2002 y 2003, siendo Asturias, Castilla y León, Extremadura, País Vasco y Galicia las que tuvieron menores aumentos. Hay una salvedad importante, la del País Vasco, una comunidad próspera que no crece poblacionalmente. Pero esto tiene que ver con otro factor. Los peores niveles de seguridad ciudadana se dan en el País Vasco y Navarra, a causa del terrorismo etarra.
Las diferencias de renta vuelven a pesar de modo importante al abordar los porcentajes de hogares con ordenador y conexión a Internet y de posesión de teléfonos móviles por habitante. El estudio aborda otros elementos que afectan a la calidad de vida. Por ejemplo, las comunidades más fumadoras, que son País Vasco, Cantabria, Navarra, Murcia y Madrid. Ahí no parece existir una relación directa con la situación económica. Tampoco emerge una relación clara entre consumo de alcohol y nivel de renta y empleo. Galicia, País Vasco, Cantabria y La Rioja son las más bebedoras, y Canarias, Murcia, Baleares y la Comunidad Valenciana las menos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 2 de abril de 2004