El Juzgado de lo Penal número 2 de Cádiz ha condenado a un protésico dental a dos años de prisión y a arresto domiciliario durante quince fines de semana por delitos de intrusismo profesional, con el agravante de reincidencia, e imprudencia con resultado de lesiones a un paciente al que atendió extralimitándose en sus funciones.
El profesional condenado, cuya identidad se corresponde con las iniciales J. A. S. M., fabricó piezas dentarias sin la prescipción de un odontólogo y atendió a pacientes, labores propias de un dentista. El protésico dental, que trabajaba para varios dentistas de la provincia de Cádiz, tendrá además que indemnizar con 1.322 euros al paciente que lesionó.
El Colegio Oficial de Odontólogos y Estomatólogos de Cádiz, que se presentó al juicio como acusación particular, hizo ayer pública esta sentencia judicial.
El fallo considera "acreditado" que el condenado "no se limitó sólo a la fabricación de piezas dentarias bajo la prescripción e indicaciones de un odontólogo, sino que realizó otras funciones tales como poner anestesia a un paciente, tallarle dos caninos para posteriormente usarlos como una prótesis fija que le colocó, así como tomarle impresiones y manipular su boca".
El presidente del Colegio de Dentistas, Ángel Rodríguez Brioso, y la abogada demandante, Vanesa de Castro Vallejo, valoraron que la sentencia sostenga que las actividades desarrolladas por el protésico son "de competencia exclusiva de un dentista, según recoge la legislación vigente". El intrusismo es una de las actividades perseguidas por el colegio profesional.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 3 de abril de 2004