Media hora después del cierre de la discoteca Salamandra, en Valencia, los bomberos recibieron el aviso de un incendio en el local. Por uno de los agujeros laterales de la persiana que cubre la salida de emergencia tres jóvenes, según fuentes policiales, derramaron varios litros de gasolina y prendieron fuego. Las puertas ignífugas impidieron que las llamas afectaran al interior de la sala de la fiestas, destruyendo eso sí parte de las persianas exteriores y de la instalación eléctrica. La policía nacional busca a tres jóvenes de entre 20 y 25 años como supuestos autores del incendio.
Según fuentes de la gerencia del local, se celebraba en la madrugada de ayer la "noche universitaria" con lleno absoluto. Tres jóvenes, entre el conjunto, se hicieron de notar por lo mucho que bebieron. Se marcharon de los últimos, sobre las 6.30. Quince minutos después se apagó la música. A las 7.00 abandonaron el local los clientes. Poco después los camareros. Fue entonces cuando los tres jóvenes, según las mismas fuentes, importunaron a varias camareras de manera grosera. El agente de seguridad privada las acompañó hasta el coche y el local se cerró. Los tres jóvenes cruzaron hasta la gasolinera ubicada al otro lado del río, donde las cámaras de circuito interno tienen registrado el momento en el que piden una bolsa con gasolina porque se han quedado sin combustible. Vuelven hacia la discoteca y dos vecinas los ven lanzar la gasolina. Acto seguido huyeron corriendo hacia el antiguo cauce del Turia. La policía tenía ayer en su poder las grabaciones donde aparecen los jóvenes dentro de la discoteca y en la gasolinera. Desde entonces están siendo buscados. Salamandra tenía previsto abrir ayer por la noche, dado que el certificado preceptivo para ello, que debía confirmar que la reparación se había hecho, estaba en marcha desde primera hora de la tarde.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 3 de abril de 2004