Alcaldes y representantes de varios ayuntamientos de Huesca y Lleida, afectados por el trazado de la futura autovía A-14 entre Lleida y Vielha, acordaron ayer en El Pont de Suert (Alta Ribagorça) presentar alegaciones de forma conjunta al proyecto para reducir el impacto que tendrá para el territorio la construcción de una infraestructura concebida para mejorar las comunicaciones con el valle de Aran y el sur de Francia siguiendo el corredor de la actual N-230.
Los representantes políticos de la Ribargorça catalana y aragonesa se reunieron con el subdelegado de la Generalitat para la zona del Alt Pirineu y Aran, Víctor Orrit, y el jefe territorial de Carreteras, Jordi Benet. En la reunión se acordó elaborar una propuesta conjunta de alegaciones al proyecto de la futura autovía A-14, en fase de información pública desde el pasado 8 de marzo. "Esperamos que las alegaciones también puedan ser compartidas por los gobiernos de Cataluña y Aragón. Intentaremos sumar esfuerzos y hacer las cosas bien hechas", manifestó Orrit.
Los ayuntamientos aprueban que la N-230 se convierta en una vía rápida de 134,8 kilómetros, pero reclaman al Ministerio de Fomento que tenga en cuenta el paquete de alegaciones que presentarán dentro de unas semanas a fin de minimizar tanto el impacto ambiental como las afectaciones que la carretera comportará para los cultivos y servicios, en especial para las instalaciones eléctricas e infraestructuras hidráulicas.
Orrit manifestó que la futura autovía significará "una mejora muy importante para las comunicaciones de esta zona del Pirineo" y que la Generalitat velará por que la construcción de la carretera mejore los accesos de las poblaciones situadas a lo largo de su trazado y tenga la mínima afectación para la agricultura y ganadería. En un primer momento, debido a la falta de información, algunos alcaldes de la zona recibieron con indignación el proyecto de conversión de la N-230 en autovía. El plazo para presentar alegaciones finaliza el próximo día 9 de mayo.
El presidente del Consejo Comarcal de l'Alta Ribagorça, Joan Perelada, ha destacado la voluntad de todos los alcaldes por coordinarse y, en una próxima reunión, presentar una propuesta conjunta de alegaciones al proyecto, que, a su juicio, deberían servir para reducir el impacto ambiental de la carretera, ya que ésta discurrirá en muchos tramos por valles estrechos, junto al río Noguera Ribagorzana y desfiladeros de gran valor natural. "Queremos el progreso, pero no a costa de nuestro patrimonio natural", señaló Perelada.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 6 de abril de 2004